diumenge, 23 de juny del 2013

LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA: ALTEA

En los tiempos en que no había internet y la gente no tenía una dirección de correo electrónico donde enviarse un e-mail, todos nos comunicábamos a través de cartas y postales. Yo soy de esa generación, la generación de las colecciones y ahora, cuando salgo de viaje, de cada lugar visitado les mando una postal a mis nietos que ellos guardan en una caja. Esto lo hago por nostalgia, porque no me resisto a que se pierda la afición a guardar recuerdos.


Una de las postales que más recuerdo de mi juventud era la imagen de una plaza con una iglesia de la cual sobresalían dos cúpulas de tejas vidriadas azules y blancas. La persona que me la envió me recordaba que en ese pueblo vivían Marisol y Antonio Gades, personajes famosos del mundo de la farándula en mis años mozos.


Sin duda esa postal representaba la imagen más fotografiada de Altea y también de la Costa Blanca de Alicante. Altea es una población con el encanto bohemio de un pueblo mediterráneo bien conservado.


Tuvimos el placer de visitarla de día y luego volvimos al atardecer porque es en este momento cuando su casco antiguo despierta, las tiendas de artesanía, los restaurantes y los bares abren y las luces lo iluminan todo.



Desde lejos, ya se divisa la cúpula azul y blanca de la iglesia de la Virgen del Consuelo, emblema del pueblo. Estas cúpulas son preciosas y marcaron la pauta del estilo arquitectónico de la zona. Hoy en día es como una seña de identidad de esta zona las casitas que se hacen con esa clase de cúpula.


Entramos por el Portal a la Calle Mayor. Ésta es una calle empedrada que conserva el encanto de los pueblos mediterráneos y va desde dicho Portal hasta la Plaza de la Iglesia. Tiene un comercio basado fundamentalmente en la artesanía.



Pero el resto de este casco antiguo parece no existir hasta que uno empieza a subir. Las calles convertidas en escaleras, o las escaleras convertidas en calles.
Entonces aparecen las casas blancas encaladas, paredes donde asoman buganvillas de un morado subido, jazmines florecidos de intenso perfume enredados en preciosas rejas, calles escalonadas, empedradas, empinadas. Desde una minúscula plaza se ven sólo techos envejecidos.


Al subir un poco más se llega a otra desde donde ya se ve el mar. Luego, la plaza de la Iglesia, el punto más alto. Es el lugar indicado para tener las vistas panorámicas más hermosas.


Lo que se ve no tiene desperdicio: la noche ha lavado el mar, las sierras, el cielo y la playa. La luna se refleja sobre el Mediterráneo. Es bonito y romántico.



3 comentaris:

moli ha dit...

Sin duda alguna un pueblo marinero con encanto. Esa foto a la luz de la luna con un sonido de habaneras en la lejanía...Gracias me ha gustado mucho.

LASIESTADELVIGÍA ha dit...

El texto incita a una futura visita, sin duda. Prometo ir, aunque no se cuando...

Anònim ha dit...

Como bien dice "LASIESTADELVIGÍA", el texto incita a ir, a diferencia de él, mi visita, si nada lo impide, ya tiene fecha....B7s.