dilluns, 1 de juliol del 2013

TORTOSA, LA CIUDAD DE LAS TRES CULTURAS

Tortosa, a lo largo de su historia, más de 2.000 años, ha tenido tres nombres diferentes que hablan de la importancia de esta ciudad debido a su situación estratégica. Se encuentra a medio camino de tres grandes capitales: Barcelona, Zaragoza y Valencia que están casi a la misma distancia y es un punto de conexión entre el Mediterráneo y el Ebro.
Se llamó Dertosa en la época de los romanos; después Turtuxa, una de las ciudades más importantes del Al-Andalus, y con la reconquista cristiana se convirtió en Tortosa, nombre que ha perdurado.


Nuestra visita comienza aparcando en el paseo del Ebro, del barrio de Ferreries. Desde allí se tiene un buen mirador de la antigua fachada fluvial donde se concentran algunos de los edificios más nobles de la ciudad. A pesar de los estragos causados ​​por la guerra civil, aún se mantienen derechos el Palacio del Obispo y la antigua Diputación del General.


Pero el núcleo antiguo de esta ciudad se encuentra en la orilla izquierda del Ebro, en una colina coronada por la Suda o Castillo de San Juan, una fortaleza que aún conserva un gran recinto de murallas, con diversas edificaciones y galerías subterráneas y que ofrece magníficas panorámicas sobre la ciudad y el río.
Fue una suerte para todos los viajeros amantes de los castillos que Abderramán III decidiera construir esta hermosura con nombre de pozo sarraceno (zuda o suda), que fue fortaleza cristiana y después residencia real.
Actualmente alberga un Parador de Turismo. El recinto contiene el único cementerio árabe al descubierto de Cataluña.


Toda la decoración interior del castillo es de estilo cristiano con muebles clásicos y vigas de madera muy cálidas. Las paredes del hotel tienen motivos árabes y los ventanales góticos del comedor son dignos de ver.
En uno de los extremos de este castillo, la torre Túbal nos regala una visión perfecta sobre la Catedral (vemos que no está terminada porque se ve el techo cortado como un patio). A la derecha se abre la vega del Ebro y a la izquierda toda la plana del Delta. Delante el macizo de Montecaro.
Recorremos el Paseo de las murallas, también conocido como Paseo de las Fortificaciones que hace un recorrido por el conjunto fortificado de la ciudad. Aunque es considerado como uno de los conjuntos fortificados más extensos y mejor conservados de Cataluña, a mí me parecieron unos espacios bastante dejados y abandonados. Nada que ver, por ejemplo, con las murallas tan bien cuidadas de otros lugares como Girona. En la oficina de turismo se puede obtener un mapa con el recorrido, pero el camino no está bien señalizado y cuesta de encontrar y seguir.


Paseamos por los Jardines del Príncipe que es un museo de esculturas al aire libre de Santiago de Santiago. Está formado por 24 grupos escultóricos que hacen un repaso por la historia de la Humanidad. A pequeña escala, pero recuerda mucho al parque de Vigeland de Oslo que tanto nos gustó cuando visitamos los países nórdicos.
Vimos el barrio judío que está bien señalizado en todo el recorrido, pero tiene una extensión muy pequeña, limitado a cuatro o cinco calles, y sin el encanto que puedan tener otras juderías de Cataluña como la de Girona.
Visitamos también la Catedral. Esta seu es un edificio ecléctico que combina diferentes estilos (románico, gótico, barroco, ...) resultado de los diferentes momentos por los que ha pasado su construcción. Si tenemos en cuenta que su construcción se inició en 1347 todavía no está finalizada. La Catedral actual está situada en un punto neurálgico de la ciudad. Había sido el foro romano, después acogió un templo románico y una mezquita.


Marchamos sin visitar Los Reales Colegios; quedaron para la siguiente visita. El folleto turístico dice que fueron fundados por Carlos V para la educación de los moriscos y que supone uno de los mejores conjuntos renacentistas de arquitectura civil de Cataluña.

Se puede comprar una Targeta Card turística que da acceso a muchos servicios. Enlace:

http://www.tortosaturisme.cat/docs/targeta-turistica-es.pdf

No hemos hablado de gastronomía y también es importante.
Toda esta tierra imprime carácter a los pucheros y las cocinas humean con las recetas que han quedado grabadas en la memoria de los hijos que vieron cocinar a sus madres, y éstas a sus abuelas. No hacen falta innovaciones porque no necesitan mejora alguna porque tienen la mejor materia prima.


Siempre que viajéis a estas tierras buscad qué feria o fiesta se celebra por esas fechas y disfrutad porque casi todas están relacionadas con la gastronomía.
Por último, si os queda tiempo, visitad Sant Carles de la Rápita y pensad que allí, Elvireta tiene un pequeño lugar donde siempre quiere que pare el tiempo.

Fuente imagen: www.wikipedia,org



2 comentaris:

moli ha dit...

Me gusta Tortosa, he ido varias veces, siempre de forma diferente, en pareja, en familia, con amigos. Siempre me ha parecido una ciudad con un potencial turístico desaprovechado que se suple con lugares en los alrededores, como ese en el que quieres que se pare el tiempo. B7s

Emilio ha dit...

Precioso lugar es.

Saludos Elvireta.