dimarts, 16 d’abril del 2013

SANT JORDI, UNA ROSA Y UN LIBRO


Vista, oido, olfato, gusto y tacto ... todos los sentidos y todas las emociones están de fiesta grande cada 23 de abril en Cataluña. Es la fiesta más sentida y celebrada en todo el territorio.


Sant Jordi es patrón de caballería, hombre de honor y de fe, osado y noble. Su patronazgo se extendió a muchos países: es patrón de Inglaterra, de Grecia, de Portugal, de Lituania, de Génova, de Georgia, de Etiopía, de Bulgaria, de Portugal, de Cáceres y de Alcoy. Y fiesta muy grande en Aragón y Cataluña.
La tradición cristiana coincide en situar a Sant Jordi como un soldado romano nacido en Capadocia en el siglo III, que protagonizó muchas gestas por Oriente para acabar muriendo, tras un martirio por convertirse al cristianismo.
Pero lo que es más conocido por todo el mundo es la leyenda de este personaje, que quedó recogida en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su obra "La Leyenda Dorada". En esta versión, sin embargo, la acción transcurría en Libia.


La versión de la leyenda más popular en Cataluña explica que en Montblanc (Conca de Barberà) vivía un dragón terrible que causaba estragos entre la población y el ganado. Para apaciguarlo, se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de un caballero con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas.



- "Dicen que es mucho mejor terminar algo que no empezarlo.  Por eso, cuando Sant Jordi hubo terminado la dura tarea de librar la princesa de las garras del dragón, se organizó un festival de los grandes.
Las crónicas no lo cuentan, pero me juego cualquier cosa que San Jordi se quitó la armadura y se hartó de bailar. Sobre todo, con la princesa, que era muy hermosa y simpática.
¡Lástima que no nos invitaran!, ¿verdad, Clara? Seguro que nos hubiéramos divertido, ¿no es cierto, Mario?".
- " Todo esto no tiea de extraño porque, a los caballeros como Sant Jordi, lo que en el fondo lessta no son los combates y las aventuras, sino la alegría "
Esto último es lo que les he dicho a mis nietos, mientras dibujaban la leyenda


No hace falta que las leyendas sean ciertas, tan solo hace falta que sean bonitas.



En Catalunya se celebra este día de una forma muy popular y la gente inunda las calles más céntricas con ganas de regalar, de besar, de abrazar, de acordarse de su gente… es un día mágico en general.
La fiesta salta y danza entre las paradas de rosas y libros que hay en las calles tanto si llueve como si hace buen tiempo.
La celebración no puede ser más sencilla: el ritual consiste en pasear, comprar una rosa, un libro o las dos cosas, para regalar a las personas queridas, familiares y amigos.
Sant Jordi y el paseo obligatorio llenan las calles y plazas convirtiendo la jornada en una singular fiesta nacional que curiosamente se celebra en un día laborable
La tradición de la rosa tiene su origen en la Feria de los Enamorados que se celebraba en Barcelona el siglo XV, cuando se tiene constancia de que se regalaban rosas a todas las señoras que asistían a las celebraciones que tenían lugar en la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat.

La rosa roja es un símbolo de pasión y la espiga de trigo, con que se adorna, sería un símbolo de fecundidad.
La costumbre de regalar libros comenzó en la Ciudad Condal en 1926 como una propuesta del editor y escritor Vicent Clavel a la Cámara de Oficial del Libro de Barcelona, pero no fue hasta 1930 que se acordó instaurarlo en el 23 de abril, fecha de la muerte de Cervantes, coincidiendo así con la Diada.
El próximo 23 de abril volverá Sant Jordi con una rosa y un libro. Una rosa como símbolo de amor y un libro como símbolo de cultura.
Esta tradición llenará calles y plazas de libros y flores. Ríos de gente tomarán las calles de todas las localidades catalanas y convertirá la ciudad en jardines y librerías al aire libre.

Como siempre pienso en los libros como hijos adoptivos en busca de hogar, deseo que encontréis al vuestro entre las paradas de Barcelona.

2 comentaris:

moli ha dit...

Cualquier escusa es buena para regalar una flor, un libro o una sonrisa. El libro para mi de viajes, de comida o de manualidades, las flores me gustan todas y agarradas aun a la planta madre, las sonrisas también me gustan todas si son sinceras. B7s desde la plana y feliz San Jordi.

Jubileta inquieta ha dit...

Gracias, moli. Mi sonrisa más sincera vuela hacia la plana.