dimarts, 28 de maig del 2013

OPORTO ... ENAMORA

OPORTO enamora... ¡y sólo dos días tuvimos para empaparnos de todo!
Ese encanto especial hace que su centro histórico haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Abraza al río Duero de tal forma que parece que está hecha de puentes, es una ciudad antigua volcada a su río y al mar. Las callecitas enmarañadas de la parte vieja la llenan de historias y colores en sus típicas casas y en los edificios con más siglos a sus espaldas.
Los barrios de Ribeira, Barredo y Miragaia están cercados por las murallas Fernandinas y dan forma al casco histórico. Pero fuera de ellas, Oporto se ha ido extendiendo con edificaciones magníficas de los más variados estilos.




Esta ciudad es un lugar muy especial; tal vez sea ese aire de decadencia que la invade, tal vez sea la vida que se respira en ella o tal vez sea sus elegantes barrios y villas señoriales en contrapunto con las estrechas calles y viejos callejones.
Oporto es una ciudad para recorrerla andando, disfrutando al máximo de sus estrechas callecitas cargadas de historia y nostalgia. Un paseo al anochecer junto a la ribera del río Duero, la sensación que produce entrar en el Mercado do Bolhao o el sabor de sus dulces vinos son algunas de las cosas que se pueden hacer en Oporto.


¿Qué ver en esta ciudad? No pretendo soltaros la ristra completa de iglesias, plazas y calles; pues esa información os la darán mucho más completa en las oficinas de turismo. Pero sí intentaré daros ideas sobre cómo ver lo más destacado de Oporto en un par de días.
Llevad calzado cómodo y desayunad fuerte porque… ¡Oporto está llena de cuestas!


A CAMINAR: Podéis comenzar desde la Avenida de los Aliados e ir bajando hacia el Duero. De camino al río podréis ver lo más turístico de la ciudad: la zona centro (Catedral, Mercado, Torre de los Clérigos, Palacio de la Bolsa, Jardín Juan Chagas, y un largo etcétera). Cuando lleguéis al Duero… ¡Qué vistas!   Recomiendo especialmente llegar por la Plaza de la Ribera, pues el marco os encantará: el río, el puente de San Luis con el Monasterio de la Sierra del Pilar al fondo, las bodegas de la otra orilla… ¡Y más de noche!


LO QUE MÁS NOS GUSTÓ:

El puente de Luis I y sus alrededores porque es uno de los lugares mas bellos y románticos de Portugal; basta con darse un paseo al atardecer por la pasarela superior del puente para poder comprobar la belleza de las vistas que nos ofrece. Ese encanto y majestuosidad que nos brinda hacen que sea una de los lugares mas queridos por los “tripeiros” (con este nombre se conoce a sus habitantes).  De noche, iluminado, es asombroso y pasear por él a semejante altura... impresiona.


Puedes llegar a este punto dando un paseo por la Ribera.


Este muelle es la zona más típica de la ciudad y está situado en la zona baja a orillas del río Duero. Es una especie de paseo marítimo, pero fluvial, lleno de terrazas y bares con mucho ambiente y muy concurrido. En uno de los extremos se encuentra la Plaza de la Ribera (Plaça da Ribeira), que era el centro de la actividad comercial de la ciudad desde el siglo XIV y el mejor sitio para tomarse una copita de vino oporto.


Al final del muelle se encuentra el emblemático Puente de Luis I que comunica la ciudad de Oporto con la villa de Vila Nova de Gaia, donde están las bodegas de vino. A lo largo del muelle hay distintas empresas que organizan cruceros por el Duero, por lo que una de las estampas más típicas de este paseo son los llamados "rabelos", unos barquitos de madera construidos originariamente para el transporte de los toneles de vino.


Me encantó la Iglesia de los Clérigos y su esbelta torre porque sigue siendo el lugar más emblemático de esta ciudad. Es un conjunto que pertenece al estilo barroco y rococó, del siglo XVIII, construido por la orden de lo Clérigos y realizado en piedra. La torre parece el ex libris de la ciudad.

Visitamos también la Estación de San Bento, punto de salida de toda la red ferroviaria. Hay que entrar a verla por dentro, porque es un auténtico monumento.


Pero el edificio religioso más importante de Oporto es la Catedral, que está situada en la zona alta de la ciudad (barrio de Batalha) junto a las murallas primitivas, en una amplia Plaza en la que también se encuentran el Museo catedralicio, un rollo de justicia y el Palacio Episcopal.
Para llegar lo mejor es tomar el Funicular dos Guindais, que deja casi al lado. Está declarada Monumento Nacional. A lo largo de su historia ha sufrido muchos avatares y reconstrucciones, por lo que presenta una mezcla de estilos. AllÍ empieza el Camino de Santiago portugués.


Otro de los lugares que me apetecía visitar era el mercado de Bolhao, uno de los lugares más típicos de la ciudad que todo visitante debe conocer.
Este mercado ocupa toda una manzana, y es un lugar curioso, ya que el edificio está hueco por dentro. Tiene varias plantas y los comercios se distribuyen en corredores perimetrales en torno a un gran patio central. El mercado es básicamente de alimentación. La verdad es que el edificio, por fuera, tiene buen aspecto, pero en cuanto entras, da aspecto de dejadez y suciedad (creo que van a rehabilitarlo en breve) No compraría nada de comida por el tema higiénico, pero sí es recomendable dar una vuelta para conocerlo.


Agotada de tanto caminar terminamos la tarde en la Cafetería Majestic que dicen es el mejor café de Oporto, una autentica referencia de la ciudad si quieres un buen café y respostería de Portugal. Es un local de estilo modernista en la principal calle comercial, la Rúa Santa Catarina. En el Oporto de los locos años 20, en plena “Belle Époque” este café marcaba un hito permitiendo el acceso a su interior a las mujeres. Es lugar de encuentro de artistas, políticos, escritores e intelectuales que se dan cita al abrigo de sus enormes espejos, blancos paneles de mármol, nobles maderas y espectaculares candelabros.


Oporto es una ciudad de contrastes: la habitan personas o con gran o con muy escaso poder adquisitivo. El resultado es que podemos encontrar casi “pegados” edificios de lujo y edificios muy degradados…



4 comentaris:

Jubileta inquieta ha dit...

Desde Oporto iniciamos el año pasado el Camino de Santiago Portugués.

Anònim ha dit...

Me han encantado las fotos y todas tus explicaciones, pronto haré un viaje a Oporto, que leyendo tus relatos me ha enamorado.

Saludos desde Valencia

Unknown ha dit...

Enhorabuena! de mayor quiero ser como usted! olé!

Flavio Oporto ha dit...

Oporto sin duda es un lugar encantador: la tengo a media hora de casa y la visito casi todas las semanas. Lo interesante, además, es que ahora lo están renovando y está viviendo un revival como el que ha pasado por Lisboa. Sin duda, cada día será mejor viajar a esta estupenda ciudad.