Si me preguntan de dónde soy, siempre
contesto con mucho orgullo: “Soc
del barri de Gràcia
de Barcelona”, y lo digo sin pensar que hace muchísimos años que
ya no vivo allí.
Número 1 de la plaza Revolución. La misma puerta del 1950 |
Nací en una de sus calles
emblemáticas, Torrent de
les Flors, y viví toda mi
juventud en una plaza que ha cambiado varias veces de nombre según
el régimen político de los que gobernaban: plaza
de Isabel II, plaza del Mercat, plaza
de la Unificación y
actualmente plaza de la
Revolució del
1868.
Cuando visito Barcelona, que lo hago
muy a menudo, el cordón umbilical que aún no se ha roto del todo,
tira de mí y siempre busco la línea de metro verde, L3, dirección
Trinitat Nova. Bajo en la estación de Fontana y, al salir a la calle
Asturias, ya siento ese
aire especial que desprende mi barrio.
Plaza de la Vila de Gràcia o de Rius y Taulet |
En mi juventud, el barrio no tenía
esa identidad actual que se ha ido construyendo con el paso de los
años a copia de reivindicarse en ocasiones o de reinventarse en
otras.
Había sido un pueblo independiente
hasta finales del siglo XIX, con un vecindario de gente trabajadora,
con personalidad propia, que pasaban
el día a día luchando para salir adelante.
Luego vino una época de bohemia allá
en los años 60 y 70, pero su comunidad se mantuvo pequeña y cerrada
como si pudiera auto-abastecerse y vivir por si sola.
La peluquería sigue igual que en mi juventud |
Esta independencia aún se siente
actualmente en sus calles estrechas, pequeñas plazas, sin muchos
atractivos, pocos monumentos, ni cosas notables que puedan ver los
turistas que cada día invaden Barcelona, pero se siente la vida y
el verdadero espíritu catalán
como yo lo siento.
Ese espíritu, mezcla
de
lugar cosmopolita y encanto mediterráneo, ese espíritu
con sabor propio hace que
Gràcia sea un lugar perfecto
para vivir.
La vieja librería resistiendo. Un encanto |
Actualmente se han trasladado a vivir
al barrio artistas y bohemios que conviven con vecinos de toda la
vida de costumbres muy tradicionales. Creo que el encanto de Gracia
radica precisamente en eso.
Hay vida todos los días de la semana
y a todas horas. Puedes encontrar tiendas diferentes, con diseños
vanguardistas de nuevos creadores, tiendas de ropa de segunda mano,
marcas exclusivas y todo con un toque de barrio muy lejos de esas
grandes cadenas que buscan el turismo de masas.
El corazón del barrio, la Torre del Reloj en la Plaça de la Vila. |
Gràcia
es para viajeros que quieren
recorrer despacio sus calles,
que entren en viejas librerías, fotografíen con cariño colmados
típicos, antiguos bares y buenísimos restaurantes de comida fusión
y alternativa.
También tiene un mercado animado,
auténtico, que hace las delicias de la gente del barrio que no
necesita de los grandes cadenas de supermercados.
Gràcia está poblada de pequeñas
tiendas que por suerte no han cerrado absorbidas por grandes
superficies. Y la gente es feliz comprando en la carnicería, en la
quesería, en la panadería, en el colmado de toda la vida.
Carrer Verdi |
Una de las calles principales es el
carrer Verdi, es el alma mater del barrio, una de sus arterias
principales. Deambular tranquilamente por esta larga calle que
desemboca en mi plaza de la Revolució es entender a la ciudad
condal auténtica.
¡¡ Es tan agradable también salir
por la noche a tomar unas copas en la plaza del Sol, la plaza Sant
Joan, la plaza Revolució o el carrer Verdi !!
Y, será en agosto, cuando lleguen
unos días donde Gràcia vivirá su Fiesta Grande, cuando todos los
vecinos, todos a una, se pondrán a decorar los diferentes tramos de
muchas calles con una ingeniosidad y riqueza sin precedentes.
"La Nena", granja con encanto especial |
Pero si de verdad queréis pasar un
rato muy agradable pasad por la “ Granja-chocolatería
La Nena “, en la calle
Ramón y Cajal, junto a la plaza Revolució. Acordaos de Elvireta y
lo feliz que es cuando callejea
por el barrio de su juventud.
RECOMENDACIONES
Visita detallada por este barrio en la
wed:
Si queréis comer bueno y por poco
dinero:
6 comentaris:
Ah Elvira, qué paseo más agradable me he dado siguiendo tus palabras. Muchas gracias amiga! De momento es sólo un paseo virtual, pero espero que pronto pueda convertirse en real. Me han entrado unas ganas de volver a Barcelona!!! Un abrazo, y bravo!
Raffaella, vente; yo, ahora, no puedo ir a Roma. ¡¡¡Una forta abraçada!!!
¡Hay Elvireta! Que entusiasmo desprenden tus palabras, se nota que amas ese barrio y forma parte de ti.
Gracias por compartir un trocito de ti.
Hola viajera insaciable. Se dice que no hay nada como salir de casa para apreciar lo que uno tiene, o lo que no. Nos has descrito muy bien tú barrio y donde se encuentra su Gràcia y su encanto, puedes estar orgullosa. Muchas gracias Guapetona, b7s.
Pd: Me apunto a la visita a la granja.
Me gustaría muchísimo poder compartir una charla en una mesa de La Nena mientras nos tomamos un chocolate calentito. Seguro que todas mis amigas congeniaríais porque sois geniales.
Hola Elvira, que buenos recuerdos me traen estas fotos, pasé una parte de mi juventud en estos barrios y por algún lugar debe de haber una foto mia en la puerta de tu casa si la encuentro ya te la pasare. Un beso fuerte Elvira. Maite
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