divendres, 23 de gener del 2015

VAMOS A BARCELONA, HOY EL BARRIO DE GRÀCIA,


Si me preguntan de dónde soy, siempre contesto con mucho orgullo: “Soc del barri de Gràcia de Barcelona”, y lo digo sin pensar que hace muchísimos años que ya no vivo allí.


Número 1 de la plaza Revolución. La misma puerta del 1950

Nací en una de sus calles emblemáticas, Torrent de les Flors, y viví toda mi juventud en una plaza que ha cambiado varias veces de nombre según el régimen político de los que gobernaban: plaza de Isabel II, plaza del Mercat, plaza de la Unificación y actualmente plaza de la Revolució del 1868.
Cuando visito Barcelona, que lo hago muy a menudo, el cordón umbilical que aún no se ha roto del todo, tira de mí y siempre busco la línea de metro verde, L3, dirección Trinitat Nova. Bajo en la estación de Fontana y, al salir a la calle Asturias, ya siento ese aire especial que desprende mi barrio. 

Plaza de la Vila de Gràcia o de Rius y Taulet

En mi juventud, el barrio no tenía esa identidad actual que se ha ido construyendo con el paso de los años a copia de reivindicarse en ocasiones o de reinventarse en otras.
Había sido un pueblo independiente hasta finales del siglo XIX, con un vecindario de gente trabajadora, con personalidad propia, que pasaban el día a día luchando para salir adelante.
Luego vino una época de bohemia allá en los años 60 y 70, pero su comunidad se mantuvo pequeña y cerrada como si pudiera auto-abastecerse y vivir por si sola.

La peluquería sigue igual que en mi juventud

Esta independencia aún se siente actualmente en sus calles estrechas, pequeñas plazas, sin muchos atractivos, pocos monumentos, ni cosas notables que puedan ver los turistas que cada día invaden Barcelona, pero se siente la vida y el verdadero espíritu catalán como yo lo siento. Ese espíritu, mezcla de lugar cosmopolita y encanto mediterráneo, ese espíritu con sabor propio hace que Gràcia sea un lugar perfecto para vivir.

La vieja librería resistiendo. Un encanto
Actualmente se han trasladado a vivir al barrio artistas y bohemios que conviven con vecinos de toda la vida de costumbres muy tradicionales. Creo que el encanto de Gracia radica precisamente en eso.
Hay vida todos los días de la semana y a todas horas. Puedes encontrar tiendas diferentes, con diseños vanguardistas de nuevos creadores, tiendas de ropa de segunda mano, marcas exclusivas y todo con un toque de barrio muy lejos de esas grandes cadenas que buscan el turismo de masas.

El corazón del barrio, la Torre del Reloj en la Plaça de la Vila.

Gràcia es para viajeros que quieren recorrer despacio sus calles, que entren en viejas librerías, fotografíen con cariño colmados típicos, antiguos bares y buenísimos restaurantes de comida fusión y alternativa.
También tiene un mercado animado, auténtico, que hace las delicias de la gente del barrio que no necesita de los grandes cadenas de supermercados.
Gràcia está poblada de pequeñas tiendas que por suerte no han cerrado absorbidas por grandes superficies. Y la gente es feliz comprando en la carnicería, en la quesería, en la panadería, en el colmado de toda la vida.

Carrer Verdi

Una de las calles principales es el carrer Verdi, es el alma mater del barrio, una de sus arterias principales. Deambular tranquilamente por esta larga calle que desemboca en mi plaza de la Revolució es entender a la ciudad condal auténtica.
¡¡ Es tan agradable también salir por la noche a tomar unas copas en la plaza del Sol, la plaza Sant Joan, la plaza Revolució o el carrer Verdi !!
Y, será en agosto, cuando lleguen unos días donde Gràcia vivirá su Fiesta Grande, cuando todos los vecinos, todos a una, se pondrán a decorar los diferentes tramos de muchas calles con una ingeniosidad y riqueza sin precedentes.

"La Nena", granja con encanto especial

Pero si de verdad queréis pasar un rato muy agradable pasad por la “ Granja-chocolatería La Nena “, en la calle Ramón y Cajal, junto a la plaza Revolució. Acordaos de Elvireta y lo feliz que es cuando callejea por el barrio de su juventud.



RECOMENDACIONES

Visita detallada por este barrio en la wed:


Si queréis comer bueno y por poco dinero:



6 comentaris:

raffaella ha dit...

Ah Elvira, qué paseo más agradable me he dado siguiendo tus palabras. Muchas gracias amiga! De momento es sólo un paseo virtual, pero espero que pronto pueda convertirse en real. Me han entrado unas ganas de volver a Barcelona!!! Un abrazo, y bravo!

Jubileta inquieta ha dit...

Raffaella, vente; yo, ahora, no puedo ir a Roma. ¡¡¡Una forta abraçada!!!

Anònim ha dit...

¡Hay Elvireta! Que entusiasmo desprenden tus palabras, se nota que amas ese barrio y forma parte de ti.
Gracias por compartir un trocito de ti.

Anònim ha dit...

Hola viajera insaciable. Se dice que no hay nada como salir de casa para apreciar lo que uno tiene, o lo que no. Nos has descrito muy bien tú barrio y donde se encuentra su Gràcia y su encanto, puedes estar orgullosa. Muchas gracias Guapetona, b7s.
Pd: Me apunto a la visita a la granja.

Jubileta inquieta ha dit...

Me gustaría muchísimo poder compartir una charla en una mesa de La Nena mientras nos tomamos un chocolate calentito. Seguro que todas mis amigas congeniaríais porque sois geniales.

Unknown ha dit...

Hola Elvira, que buenos recuerdos me traen estas fotos, pasé una parte de mi juventud en estos barrios y por algún lugar debe de haber una foto mia en la puerta de tu casa si la encuentro ya te la pasare. Un beso fuerte Elvira. Maite